viernes, 17 de abril de 2009

Crónicas del olvido

Sí, los años han pasado,
pero aun recuerdo las tardes entre tus brazos,
eran tan cálidos y acogedores.
Recuerdo tus historias fantásticas,
esas que me hacian soñar por las noches,
fantaseaba con tus aventuras
y solía creer que eran reales.
Recuerdo cuanto me esforzaba por robar tu atención,
solía perseguirte, bombardearte de besos,
abrumarte con mis tonterias y tú solo sonserías,
debes quererme mucho para haberlo hecho
¿de que otro modo me soportarías?
Recuerdo tu jardín, aquel que ya no esta más
me gustaba ver el cariño con el que lo cuidabas
y te confieso que no es tu culpa que nunca nacieran los tomates
era yo quien los arracaba y es que adoraba jugar allí.
También recuerdo que me regañaste
¿podrías hacerlo de nuevo? porque ahora
no puedo evitar extrañar incluso tus castigos.
Perdoname, sé que te he lastimado,
hoy me lo dijeron tus ojos,
esos ojos que nunca me han mentido,
que siempre me dieron ternura
y que yo deje de mirar.
Pero no te he olvidado,
no podría hacerlo porque te amo,
y si pudiera cumpliría tu deseo,
volvería a ser tu niña y no es que no quiera,
pero el tiempo ha pasado y aunque haya cambiado
te aseguro que mi amor por ti sigue siendo el mismo.
Con amor: para ti ABU

jueves, 16 de abril de 2009

Y el sexo más fuerte...es el sexo débil

Nunca me catalogué como feminista y es que no lo soy, creo en la igualdad más no en la superioridad de algún sexo; estoy consciente de la realidad por lo que sé que no me libro del machismo: ¿como decir somos iguales si esperamos algunos privilegios por ser mujeres?, claro que somos bastantes sutiles en ello, así que preferimos llamarlo CABALLEROSIDAD, siendo así, es irónico replicar una y otra vez "igualdad" cuando somos nosotras mismas las que damos pie a lo contrario.
He ahí nuestra gran astucia, creo que haber logrado que la sociedad se convierta en machista es el mayor logro de la mujer, piensenlo bien ¿si la sociedad no fuera machista hubieran reconocido nuestro esfuerzo por ser escuchadas? la respuesta es simple, no seriamos lo que somos; al parecer la manipulación es nuestro mayor don y trabajar al sentimiento nuestra mejor arma.
A través de los años en una sociedad donde los hombres son la cabeza, nosotras hemos sido el cuello moviéndolos hacia donde hemos querido, el papel de víctimas nos funcionó a la perfección y nos ha forjado el camino para superarlos y es que hasta un día nos han declarado en honor a ello.
Aunque no lo acepten el hombre quedo subordinado, la figura masculina paso a ser únicamente una fachada y es que nosotras hemos encontrado la manera de poner el juego a nuestro favor de una forma tan evidente que no pueden percibir lo que esta ante sus narices.
Ser el sexo débil ha sido una gran ventaja, nuestra aparente fragilidad nos facilitó el camino, quizá por ello nos hemos encargado de mantenerlo así, haciendolos creer que apesar del tiempo aun no hemos podido destronarlos de la victoria y es que no necesitamos declararnos triunfadoras, preferimos disfrutar los beneficios que nos trae la aparente derrota.