ODIO LAS MATEMÁTICAS (parte II), título de un post escrito por un blogger que alguna vez se dio una vuelta por aquí y decidí visitarlo. Apenas lo leí, me sentí identicada y es que las matemáticas apestan, las detesto y aunque yo no las lleve al extremo como él, debo decir que era la reina de los 11 en esa materia; era como una maldición, cada vez que llegaba la entrega de libretas, era una regla que apareciera un once en ese recuadro.
Realmente nunca me interesaron los números, aunque una vez, si mal no recuerdo, de puro chiripazo saque 17; no se, es probable que el profesor se allá equivocado de alumna (será una duda que siempre tendré); ahora por fin me libere de ellas, ya no más matemáticas, lo mío son las letras, soy feliz viviendo entre vocales y consonantes.
Ya deben de haber adivinado que no fue decisión propia el NUNCA desaprobar mate, mis padres influyeron mucho en eso, y aquí difiero con el creador del artículo que me inspiro, que sacrosantamente jalo cada año de su vida y asistió devotamente al vacacional; pero debo decir que fue muy valiente al tener la osadía de enfrentarse al profesor, cuando empezó el último año escolar, le dijo que lo jale de una vez por todas (porque era algo inevitable), así evitarían el disgusto de soportarse mutuamente todo el año. Odio ese curso pero realmente es importante (por lo menos saber las operaciones básicas) y debo agregar que le agradezco al genio que las invento, simplemente no consivo un mundo sin ellas, sin computadoras y todas las demás maravillas modernas creadas gracias a las matemáticas.
Mi divertido escritor también menciono que dejaría que sus hijos jalen matemática cada vez que quieran; algo que yo no haré, los obligaré a que sufran la tortura que yo pasé; si yo pude hacerlo, ellos también podrán; aunque espero que a ellos si les guste, para no tener que ser la bruja malvada que los obliga a practicar mate; quien sabe, tal vez ellos sean los que me enseñen a mí, y hasta hagan que me guste las malditas operaciones con círculos, triángulos y trapecios; todo combinado en un problema de geometría.
Después de manifestar mi opinión, solo me queda decir; que si eres el opuesto, es decir, los que odian leer y prefieren los problemas matemáticos, le des una oportunidad a las letras, podrían sorprenderte, puedes encontrar diversos blogs, con temas de cualquier tipo, al igual que yo podrías hallar un artículo interesante que cautive tú atención (definitivamente fue muy ameno leerlo), solo debes intentarlo; yo lo hice con los números, ¡no funciono!, nuestra relación estuvo llena de obstáculos; ya saben, profesores locos que no se dejan entender y problemas que nunca pude resolver; ¿cuál es el valor de "x"?, halle el valor de "Y" y "Z", aún sigo buscando la cifra de las variables, creo que la respuesta de la 5 era periodico puro; ¡por Dios! solo se que son letras del abecedario; apesar de ello, no soy de los que dicen que no deberían existir, aprendí a lidiar con las matemáticas; no las estudio, solo disfruto lo que se puede crear con ellas.
Y para los que se encuentran de mi lado, están invitados a ser miembros del club que denominé: con licencia para desaprobar mate; ojo no me refiero a que lo hagan, no se trata de pagar para irte a los extraordinarios por vago o llevar el curso varias veces hasta que estés apunto de hacerte la trica; es más bien un nombre referencial, en resumen solo es una etiqueta para todos aquellos que (al igual que yo) parecen vivir en un mundo paralelo a las matemáticas, es decir, compartimos la experiencia de haber luchado para pasarlas, solo me resta decir ¡que viva el alfabeto!.
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